Ejecutivos, febrero 2019
Si no escuchas con el corazón, no diriges con la cabeza. Me inspira esta reflexión la relectura de El Principito, pequeño libro para mayores que viene a decir que las cosas importantes solo se ven con los ojos del corazón. Vista y oído habitan un mundo de sentidos que me gusta armonizar con sendas sensibilidades: escuchar con vista, hablar con tacto, decidir con olfato, observar con oído y elegir con gusto.
Artículo completo en pdf: Inteligencia contextual_Ejecutivos 2019