Comunicar a tiempo: si es urgente, es tarde (21 enero 2013)

Enrique Sueiro

Top Ten Business Experts, 21 enero 2013

En las 72 horas previas a escribir estas líneas he recibido varias peticiones de asesoramiento para gestionar comunicaciones delicadas en varios ámbitos. Dos organizaciones, un alto directivo y una responsable de Comunicación corporativa. ¿Característica común a todas? La urgencia por atinar en la comunicación para resolver un problema gestado, alimentado y ahora descontrolado en la Dirección.

“Cuando es urgente, ya es demasiado tarde”, decía Talleyrand. El arte de comunicar tiene mucho que ver con la libertad que se amplía cuando se conoce la verdad de las cosas, incluidas las desagradables. La comunicación también se conjuga con armonizar tiempos, de manera que anticiparse produce sosiego, sobre todo, cuando la prudencia alerta de lo previsible y la cautela huye del inmovilismo.

Es cierto. A veces, dejar pasar el tiempo, serenar emociones y cultivar la paciencia aliñan la mejor receta. A veces. Sin embargo, como pauta general para el gobierno de organizaciones, cosecha mejores efectos adelantarse.

Es preferible contar algo provisional a tiempo que algo completo tarde

La comunicación corporativa guarda muchas semejanzas con la atención médica y los chequeos preventivos. Detectar un tumor incipiente puede considerarse, casi, una buena noticia, no por la enfermedad en sí, sino por su detección precoz. De ahí la importancia de auscultar a conciencia, que viene a ser como escuchar a tu organismo.

Algo parecido ocurre con la empresa que tiene interiorizada como hábito operativo escuchar a su gente. Tal actitud ayuda a identificar temas que preocupan, rumores-tumores que paralizan, comportamientos que desaniman… La escucha permanente, propia de una Comunicación Directiva personalizante y motivadora, se convierte así en la mejor consejera para discernir qué contar, cómo, cuándo, a quién y por qué canal.

Como sucede con las decisiones en cualquier organización, la sensibilidad para comunicarlas reclama liderazgo (ir por delante), también en los tiempos. En Comunicación, es preferible contar algo provisional a tiempo que algo completo tarde. Es el arte de armonizar datos, contexto y emociones.

Algunas crisis surgen o se agravan por la sencilla razón de no comunicar a tiempo la información disponible en el momento que necesitaba conocerse.